Hace unos años inicié un camino apasionante de investigación entre la voz hablada y la voz cantada. Quería establecer paralelismos que me permitieran sacar el máximo partido a la voz como ponente en un escenario. Es decir, desde la música extraer técnicas vocales concretas para después transmitirlas a las personas que se entrenan conmigo en Oratoria.
Y no sabía lo equivocada que estaba.
Dicen que la música triunfa allá donde fracasa la palabra. Y empecé a buscar esa frontera, ese país entre ambas.
No sabía lo que me iba encontrar. La intuición me decía que más allá de las palabras, en el paraverbal y en el sonido que siempre acompaña a una palabra, había auténticos tesoros para descubrir.
Me sentía como los primeros exploradores que cuando miraban la línea del mar, sobre el horizonte, intuían que detrás había una tierra inexplorada, llena de riquezas. En mi caso, llena de enseñanzas que aprehender y compartir.
Y los resultados están siendo sorprendentes.
No ha sido un camino fácil ni rápido. Llevo 4 años de travesía y el viaje continúa. Al principio encontré más diferencias que semejanzas entre voz hablada y voz cantada, como si el viento llevara mi barco en dirección contraria. Sin embargo, porfié, seguí navegando con la fuerza que da la curiosidad por lo ignoto, lo que aún no ha sido descubierto.
La travesía por la frontera entre la música y la palabra.
En el camino tuve que cambiar mi atuendo, pasar de maestra a aprendiz, derribar certezas.
Desaprender para aprender en técnica. La técnica vocal en voz hablada es muy diferente a la técnicas de voz cantada. Si en voz hablada activo mis graves desde el velo del paladar, en voz cantada esa parte me llevaría a una voz mixta, un registro medio, por que los graves se activan desde el pecho.
Desaprender para aprender en semántica. Por ejemplo, que una voz grave que en el habla nos atribuye autoridad en la música tiene otros significados.
En el camino he aprendido a hacer viajar mi voz (de voz de pecho a voz de cabeza), activado resonadores músculo-esqueléticos, emitido sonidos sorprendentes en plan ¿eso que ha sonado lo he hecho yo?
En el camino dañé mis cuerdas vocales, las reparé y aprendí a respetarlas aún más. En el camino he conocido personas extraordinarias que te iré presentando poco a poco.
En el camino he pasado muchos nervios, he asumido errores cantando en público de los cuales he extraído potentísimos aprendizajes.
Ha llegado el momento de compartir este viaje contigo. Alguno de esos aprendizajes te serán realmente útiles si te dedicas a hablar en público (o quieres hacerlo) y espero que también si te dedicas a cantar.
Coge tu mochila, que empezamos #lavozcomomaestra