Los candidatos a la presidencia del gobierno demostraron estar perfectamente entrenados en técnicas de Oratoria y Debate, en los organizados por La 1 de Televisión Española y en Antena 3.
Quienes nos dedicamos a la Comunicación sufrimos o disfrutamos indistintamente con los debates de los candidatos a presidencia del gobierno en tanto que reconocemos qué herramientas y técnicas de Oratoria y Debate están utilizando y con qué fines.
Desde el ámbito de la Oratoria propiamente dicha, sin entrar en contenido de mensaje, destacaría lo siguiente de los cinco principales candidatos . Los que fueron a los debates de televisión y el gran ausente, Santiago Abascal.
Albert Rivera.
Luces: Es el que mejor técnica oratoria tiene sin ninguna duda es Albert Rivera. Domina la sincronicidad de movimientos, voz, manos y juega muy bien con la cámara. Tiene la capacidad de cambiar la actitud y la energía de sus intervenciones a voluntad. También está curtido en debates, no en balde ha sido campeón de Liga de Debate Universitario 2001 junto a su equipo. En este video lo puedes ver bien jovencito, debatiendo sobre la prostitución.
Sombras: le pueden los nervios y la soberbia.
Pablo Casado.
Luces. Argumenta bien con datos y sabe utilizarlos para sus propios intereses. Los dice con claridad y concisión. Directo y al grano. Se apoya muy bien en las manos para explicar lo que está diciendo.
Sombras. En temas más emocionales como violencia de género o aborto pierde fuelle. Le baja el volumen de la voz.
Pedro Sánchez.
Luces. Modula bien la voz, con un ritmo más pausado que sus adversarios políticos. Se apoya en gestos amplios, que muestran apertura y confianza y gira el torso y mira a los ojos a quien se dirige de forma intencionada. “Sr. Casado. No es no”
Sombras. Leyó buena parte del programa electoral, lo que le resta credibilidad sobre lo que va a hacer. Si lo lee es porque no se lo sabe. Y si no se sabe lo que va hacer….
Pablo Iglesias.
Luces. Mantuvo la calma y no entró en el juego de acuso-me defiendo. Se centró en las propuestas de su formación política de forma clara, concisa y con un lenguaje específico para sus votantes objetivo.
Sombras. Sobre todo en el debate de La 1, el ceño fruncido le hace parecer a disgusto y la mano en el bolsillo transmitió cierto cansancio. Es un gran orador, igual que Rivera, cuando no le pierde la soberbia. Y en este caso, supo controlarse.
Santiago Abascal.
Luces. Tiene perfectamente definido a su público y las emociones que los mueven. Su discurso es certero, cual francotirador de palabras que llevan a la acción. Sabe muy bien qué tiene que decir, a quién y cómo para conmover a las masas y despertar el sentimiento patrio.
Sombras.
No lo hemos podido ver en un cara a cara frente a quienes no le bailan el agua. En este caso, la Junta Electoral le puede haber hecho un favor. Y curiosamente, los partidos nacionalistas que impidieron su presencia en los debates, también.
Más allá de la Oratoria. ¿Queremos un presidente que sepa hablar o que sepa escuchar y gobernar?